Frutillas del Viento Kelleñ Kuruf es un proyecto de Producción Sostenible co-financiado por la Unión Europea en Argentina, que impulsa el desarrollo de comunidades rurales a través de energÃas renovables, capacitación técnica y producción agroecológica de frutillas. Tiene como objetivo transformar la árida y aparentemente improductiva región de la estepa patagónica de Chubut, Argentina, en un epicentro de producción hortÃcola. Busca impulsar el desarrollo de las comunidades rurales a través de una combinación de energÃas renovables, capacitación técnica y la producción de frutillas.
Impulsado por Fundación 500RPM y el INTA sede Esquel, Frutillas del Viento implementa energÃa eólica y solar para proporcionar acceso a la electricidad y el agua en estas zonas rurales aisladas. Trabaja con distintos sistemas de bombeo de agua y la implementación de riego por goteo y producción bajo micro túneles para promover la eficiencia y protección del cultivo.
La instalación de competencias y capacidades a nivel local ha resultado ser la clave de éxito en experiencias de electrificación rural descentralizada. Por ello, impulsamos la creación de grupos locales de replicación de las tecnologÃas. AsÃ, en 2018 surgió el Emprendimiento eólico de Cholila, un proyecto orientado a: la fabricación e instalación de aerogeneradores en proyectos sociales comunitarios - escuelas, centros de salud rurales, pequeños productores-; la comercialización y mantenimiento de aerogeneradores y otras tecnologÃas renovables; capacitaciones y actividades de transferencia de conocimiento; y a la investigación y desarrollo de tecnologÃas de patente abierta al servicio de la comunidad. Se trata de un emprendimiento integral que tiene como eje vertebral generar respuestas sostenibles a demandas sociales de comunidades rurales aisladas: acceso a la energÃa eléctrica y al agua para usos domésticos y productivos.
Creamos nexos entre el mundo urbano y el mundo rural a través de sus escuelas. Fabricamos el aerogenerador en una institución técnica local, enseñando a docentes y alumnos, y lo instalamos en jornadas de trabajo colectivo con la comunidad en una escuela rural sin electricidad. Capacitamos a los usuarios finales en el uso y mantenimiento del aerogenerador.